Sobre el coronavirus

Esta enfermedad ha tomado el mundo por asalto. No solo es una amenaza a la salud pública sino también, por las medidas que los gobiernos de diferentes países han tomado, va a resultar seguramente en una recesión económica de la que va a llevar tiempo salir. Además, por si fuera poco, aún si usted no se contagia con el virus, su salud mental quedará afectada luego de varias semanas de confinamiento, eso sin mencionar los kilos que tocará perder luego de tanto tiempo de vida sedentaria. ¿Todos estos sacrificios valen la pena?

Hoy día vivo en República Checa. Las medidas de confinamiento en este país no son aún tan fuertes como han sido decretadas en otros países de la Unión Europea, en particular Italia, España o Francia, los países más afectados. El primer caso en este país fue detectado el 1ro de marzo y a día de hoy, 26 de marzo, se contabilizan 1.654 casos en una población de poco más de 10.6 millones de habitantes. Eso es aproximadamente 1,56 casos por 10.000 habitantes. Si se compara con España, por ejemplo, ellos tienen aproximadamente 50.000 casos en una población de poco más de 46 millones y medio lo que da una incidencia de más de 10 casos por 10.000 habitantes. Francia está un poco mejor e Italia, peor.  

¿Qué diferencia hay entre la República Checa y España u otros países? Como lo mencioné antes, las medidas del gobierno checo no son tan draconianas como las implementadas en España o Francia PERO la población las está siguiendo con un alto grado de civismo. Por ejemplo, se puede salir a la calle pero con la boca y la nariz cubiertas. En dos semanas yo no he visto una cara en este país que no sea una de las de mi familia. Mientras tanto, en España, se ven situaciones como ésta, en la que un vecino preocupado filma un restaurante que está abierto y conforme la mañana va pasando se va llenado; o esta otra en Francia, donde el gobierno se vio obligado a cerrar las playas por que mucha gente iba a asolearse, como si el asunto de la cuarentena no fuera con ellos. 

No es mi intención aquí criticar a España o Francia. Tampoco ensalzar a la República Checa. Mi punto es que las medidas preventivas parecen funcionar, como lo demuestra el caso de la última, si hay un compromiso de la gente normal a seguir las instrucciones. Es cierto que para nosotros, latinos, no estar en contacto con la gente es casi antinatural y es más fácil para otras culturas del este y norte de Europa, pero dadas las circunstancias, en estos momentos tenemos que remplazar ese cariño por el prójimo, que los latinos somos tan dados a demostrar efusivamente, con sincero amor demostrado evitando enraizadas costumbres en nombre de mitigar el impacto de esta pandemia en los demás. 

¿Van a funcionar estos sacrificios? Sinceramente, no lo se. Lo que sí se es que gente que sabe más sobre el tema que yo dicen que es el camino correcto a seguir. Por ello me uno al coro de voces que martillean los mismos consejos una y otra vez: 

• Lávese las manos con agua y jabón seguido;
• Si no tiene agua y jabón a mano, use una solución desinfectante a base de alcohol; 
• Cuando estornude o tosa, hágalo en el codo y utilice un pañuelo desechable y tírelo luego de un solo uso;
• Si su trabajo lo permite, quédese en casa;
• Si tiene que salir, respete la distancia mínima recomendada a guardar con otras personas y cúbrase constantemente la nariz y boca;
• Si su empleador le obliga a desplazarse para hacer un trabajo que podría ser hecho desde casa, denuncie. 

En pocas palabras, siga los consejos, las consignas y las órdenes dadas por los expertos y los gobiernos. El último punto es importante porque he notado una tendencia de empresas que aducen entrar en las excepciones acordadas en las decisiones y regulaciones impuestas a favor de los servicios esenciales, y se aprovechan para forzar a sus empleados a ir a sus labores. Incluso he escuchado de multinacionales donde los directivos que trabajan en el país donde se encuentra la casa matriz están en cuarentena, pero obligan a empleados en otros países a faltar a las normas establecidas en ellos. Esto es inaceptable y si se encuentra usted en una situación de estas, hable y si eso no funciona, denuncie.

Del fondo de corazón le deseo a usted y a los suyos que todo les vaya bien durante esta situación, tanto la pandemia actual como todos los retos, en particular económicos, que vendrán cuando haya pasado. Mucha fuerza y sigamos adelante.